El pasado viernes, 5 de junio, tuvo lugar la Fiesta de Despedida de los Alumnos que finalizan sus estudios en nuestro centro. Alegría fue la palabra más repetida y Benedetti, el poeta más citado. En el poema de este autor uruguayo, leído por el presentador del acto, Antonio Serrano, se resume el mensaje que se llevaron los alumnos: defender el sentimiento de alegría, es decir, una actitud siempre favorable ante los retos que les ofrece el futuro, como un principio que les ayudará a superarlos y a crecer como personas.
En el salón de actos, se celebró el acto académico, con las intervenciones de los representantes de los tres estamentos educativos: dos alumnas de 2º de Bachilletato (Aurora Luque Moreno y Cistina Modrego García) y una del Ciclo Formativo de Restauración (Natividad Uclés Medina) tomaron la palabra para recordar con emoción su estancia en el centro, sus relaciones con sus compañeros y profesores, su proceso de aprendizaje; un miembro de la Asociación “Mateo Inurria” (Francisco Ruiz Calero) nos ofreció el punto de vista de los padres y madres, que comparten las preocupaciones de los hijos, que les ayudan en la ardua tarea del estudio y que esperan de ellos lo mejor; y el director, Miguel Osuna, que logró conmovernos con palabras sencillas, pero llenas de sabiduría; palabras dirigidas sobre todo a los alumnos, consejos tomados de los escritores clásicos: tened siempre curiosidad ante las cosas, porque la curiosidad es la que nos hace aprender, dad sin esperar nada a cambio…
Después, la entrega de diplomas a los alumnos que habían conseguido la calificación de Sobresaliente Matrícula de Honor en 2º de Bachilletaro; de premios a los ganadores en el Concurso de Astronomía, que con tanta entrega y brillantez ha llevado nuestro compañero José Carlos Domínguez ; y , por fin, la esperada imposición de bandas e insignias.
Daba gusto contemplar las caras de satisfacción de los alumnos, bajando contentos del escenario, satisfechos del trabajo realizado. También el orgullo de los padres, que no paraban de hacerles fotografías, para inmortalizar el momento. Y por supuesto de nosotros, los profesores, que los hemos tenido como alumnos y que, en la parte que nos corresponde, nos sentimos responsables de su formación.
Para finalizar el acto académico, los alumnos de 2º de Bachillerato nos ofrecieron un montaje audiovisual, que provocó La hilaridad de los asistentes, con una sucesión de fotografías, que resumían su estancia en el instituto Gran Capitán. Las más divertidas fueron las fotos de pequeño de los profesores que originaron una auténtica fiesta de risas y carcajadas en el salón de actos.
En el restaurante Pizzaiolo, celebramos la cena. Un brindis por su futuro, por el futuro de los alumnos, que “se acerca lento, pero viene” –como diría Mario Benedetti- y por el deseo de que, en este futuro, consigan lo mejor, tanto en lo personal, como en lo académico y profesional, puso fin a esta tarde-noche de júbilo. Bueno, algunos, siguieron la fiesta, hasta bien entrada la madrugada.
Matías Regodón