Ayer, en el salón de actos de nuestro instituto, los alumnos de 1º de Bachillerato asistieron a una conferencia-coloquio sobre la Constitución Española, organizada por el DACE e impartida por Mª Dolores Montero, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba.
Comenzó su intervención explicando, de forma didáctica, el concepto de constitución. A continuación, se remontó a la primera Constitución, conocida como La Pepa, de 1812, para comentar sus características más importantes, en comparación con la actual Carta Magna. Por ejemplo: el rey ya no tiene el poder ejecutivo sino el gobierno; las mujeres, que antes no podían votar, ahora sí pueden hacerlo; etc.
Después de esta introducción, se centró en la Constitución de 1978, que garantiza nuestros derechos y libertades, inexistentes, durante la dictadura franquista. Durante su exposición, se formulaba preguntas, al estilo socrático, buscando la reflexión de los alumnos:
- ¿Para qué sirve una constitución? Y o bien respondían éstos o bien ella misma misma se encargaba de hacerlo, apoyándose en ejemplos, fáciles de entender: para limitar el poder, es decir, para evitar posibles excesos.
- ¿Cuales son los tres poderes? ¿Son independientes? En este caso respondieron los alumnos, implicándose en la actividad: el legislativo, el judicial y el ejecutivo, que en teoría son independientes.
- ¿Qué pretende la constitución? Contestó ella misma: la felicidad de las personas. Por ejemplo, recoge el derecho al trabajo, a una vivienda digna, etc. Sin embargo, no siempre se consigue esto, especialmente, en épocas de crisis, como la que estamos padeciendo.
- ¿Qué significa la soberanía popular? Que el pueblo elige a sus representantes en el Congreso de los Diputados y en el Senado, para que elaboren las leyes. Ahora quien responde es un alumno.
- No faltaron preguntas para reivindicar el papel de la mujer en la política, como la que se formuló, mostrando una imagen de los redactores de la Constitución de 1978: ¿qué nos llama la atención de esta fotografía? Que son todos hombres, respondió, lo cual no sucedería, probablemente, hoy día.
- ¿Qué se puede modificar en nuestra constitución? ¿Es fácil hacerlo? La respuesta le permitió hacer una reflexión sobre la dificultad teórica de llevar a cabo una modificación; pero todo se puede agilizar, si se ponen de acuerdo los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, como ha sucedido con la obligación, recientemente añadida, de controlar el déficit por parte de las comunidades autónomas.
Así, de una forma tan amena y sencilla, mediante preguntas y respuestas, haciendo que los alumnos pensaran, transcurrió la charla de Mª Dolores Montero.
Finalizó con una reflexión, que enlazaba con lo que María Sanjuán había dicho en la presentación de la conferenciante: la suerte que tenemos los que hemos nacido en democracia, frente a los que viven en una dictadura; y un consejo, dirigido a los alumnos: que estudien, que se especialicen en algo, porque así tendrán más posibilidades de integrarse en el mercado laboral.
En el coloquio posterior, se plantearon las cuestiones más polémicas, que la conferenciante supo abordar con solvencia e imparcialidad:
La contradicción de que en un estado aconfesional, como declara la Constitución, los miembros del gobierno de España juren o prometan sus cargos, ante un crucifijo, o que los funerales de estado tengan siempre carácter religioso.
La imposibilidad de celebrar un referéndum de autodeterminación en comunidades autónomas, como Cataluña o País Vasco, porque va en contra de la unidad de España, garantizada por la Constitución.
Y, aunque no se recoge en nuestra Cara Magna, también salió a relucir la injusta ley electoral, que tenemos, según la cual, en las recientes elecciones legislativas, hubo partidos, como Izquierda Unida, a los que un diputado le costó 200.000 votos, frente a los 50.000 que les costó a otros, como el Partido Popular o Amaiur.
Despedimos a Mª Dolores Montero con un aplauso unánime, agradeciéndole la claridad de su exposición y sobre todo el tono didáctico de la misma.
Matías Regodón.