Tras la aprobación en 1959 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se llegó al compromiso de establecer un marco normativo básico en materia de derechos de los niños, niñas y adolescentes, como base para garantizar sus derechos humanos. Se crea así 30 años después, un 20 de noviembre de 1989, la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por las Naciones Unidas. La fecha del 20 de noviembre intenta conmemorar el Día Universal de la Infancia para recordar todos esos logros e intenciones.
Unicef es la agencia de las Naciones Unidas para la lucha por la garantía de estos derechos de los que hemos estado hablando. Adaptándose a los tiempos que corren esta agencia crea enrédate, un programa por la educación para el desarrollo utilizando las nuevas tecnologías, un magnífico portal solidario que os aconsejamos. El mismo se basa en cinco conceptos o principios (los vemos en un reciente número de Cuadernos de Pedagogía) que, a pesar de los pesares, nos sigue pareciendo interesante recordar:
1- Interdependencia: en el actual mundo globalizado, todos estamos relacionados con todos, independientemente del lugar el planeta en el que vivamos. Los lugares, los acontecimientos, los problemas y las personas estamos interconectados por una compleja red de relaciones cuyo equilibrio es inestable.
2- Imágenes y percepciones: por imagen entendemos aquello que vemos, la idea sobre otras personas, cosas y lugares que nos es transmitida a través de fotografías, la televisión, etc. Por percepción se entiende la forma que tiene cada persona de interpretar estas imágenes. El aprendizaje de imágenes y percepciones ayuda a ser conscientes y sensibles a los efectos de las ideas preconcebidas.
3- Justicia social: se refiere a las nociones fundamentales de gualdad y de derechos humanos, y ambas pueden negarse o removerse a todos niveles. Una situación de justicia es imprescindible para que las personas puedan desarrollar sus capacidades por completo y para que se pueda instalar una paz duradera.
4- Conflictos y su resolución: la resolución de conflictos es la exploración de los medios por los cuales los conflictos pueden arreglarse. El conflicto no tiene que significar violencia, puesto que ésta es solamente una forma de respuesta a un conflicto. Las resoluciones no violentas se pueden aprender y aplicar de forma constructiva a todo tipo de desacuerdo.
5- Cambio y futuro: el mundo cambia como consecuencia de acciones realizadas en el pasado y cambiará en el futuro en función de las acciones presentes, lo cual no significa que el futuro esté predeterminado. Muchos futuros son posibles.
Encontraremos más información y recursos por estos lugares:
- Rayuela, que su aspecto «infantil» no te eche para atrás.
- Recursos en Averroes.
- Observatorio de la Infancia del Ministerio de Asuntos Exteriores.
- Estado Mundial de la Infancia 2007 (Unicef)
- Materiales del Defensor del Menor en Andalucía.