Como sabéis, todos los años se organizan en nuestro instituto excursiones fuera de la ciudad, que incluyen varios días fuera. Sabemos que son actividades que los alumnos esperan con especial ilusión, pues es una experiencia única por lo que se aprende y lo enriquecedor que es.
Cada año resulta más difícil llevar a cabo estos viajes, pues la delicada situación económica que atravesamos, tanto en las familias como en los Centros Educativos, multiplica el esfuerzo que se hace para conseguir el dinero necesario. Por otra parte, es también gratificante comprobar que lo conseguimos a pesar de tantos obstáculos. Nuestros alumnos son un ejemplo de tesón en ese aspecto; como se dice coloquialmente, “saben lo que vale un peine” .Colaboran al máximo para sacar un dinerillo que poco a poco van ahorrando y así evitan que sus padres tengan que ponerlo. Es un aprendizaje muy valioso y luego esto se nota en lo que valoran el viaje, lo que disfrutan todo y la lección de saber estar que dan por dondequiera que van.
El año pasado tuve la suerte de comprobarlo en el viaje de estudios de 1º de Bachillerato que hicimos a Londres. Tanto mis compañeras de viaje: Lourdes Ventura y Charo Muñoz como yo, quedamos gratamente sorprendidas de que en los seis días que duró el viaje y a pesar del ritmo frenético que llevamos, no hubo nunca ni una queja, ni un retraso, ni una mala cara…sino todo lo contrario: lo vivieron con tanta ilusión que no dudaríamos en volver con ellos donde fuera.
Este año el destino para el viaje de 1º Bachillerato es Italia. Van acompañados por los profesores Rafael Pila, María San Juan y Lola Cortés y esperamos que la experiencia sea igual de satisfactoria. Para ello, están sacando dinero de la venta de bisuterías, perfumes, lotería de navidad, mantecados y bombones.
Se les da la también la oportunidad de vender productos a los alumnos de 4º de la ESO (que van tradicionalmente a los Pirineos a practicar distintos deportes) y a los de 2º de la ESO (que van a la Sierra de Cazorla). De esta forma pueden disfrutar del viaje un gran número de chicos y chicas.
Como sabéis, colaboro con el Departamento de Actividades Extraescolares en el reparto y control de mantecados y bombones, con los que los chavales obtienen una importante ganancia. Para que veáis que no exagero cuando digo que nuestros alumnos se emplean a fondo, os diré que estamos rozando ya la venta de las 1000 cajas de mantecados y las 1000 cajas de bombones… Ahí es nada.
Sólo me queda agradecer la colaboración de toda la comunidad educativa: conserjes, compañeros, mujeres de la limpieza, equipo directivo que amablemente colaboran en abrir y cerrar puertas, aguantar colas y colas de alumnos donde no se cabe, la compresión en los posibles retrasos… Gracias a todos podemos lograr que cada año puedan hacerse estos viajes que tan cuesta arriba lo vemos a principio de curso, cuando nos enteramos del precio que tienen.
Un afectuoso saludo para todos
Chon Guzmán Porras.