Somos alumnos y alumnas de cuarto de la ESO y de primero de Bachillerato que hemos pensado para el Proyecto Tecnológico cómo resolver el problema del vertido de aceite de freír por el desagüe. Si en vez de eso lo entregamos a una empresa de reciclado podremos convertirlo en biocombustible.
Hemos recabado información de nuestros profesores de Química y de Tecnología (gracias Chon) y con algún que otro experimento hemos terminado consiguiendo biocombustible. Los materiales necesarios son:
• Aceite vegetal usado o nuevo de freír (girasol u oliva).
• Sosa cáustica
• Alcohol de quemar (metanol)
• Matraz
• Mechero
• Termómetro
• Balanza de precisión
• Papel de medición tornasol de ph
• Guantes y gafas
El proceso es el siguiente:
Primero pesamos 200 ml. de aceite que debemos filtrar si es usado 133,6 g. de metanol 10 g. de sosa. Luego mezclamos el metanol con la sosa hasta que disuelva ésta produciendo metóxido de sodio. Veremos que la reacción provoca desprendimiento de calor y un vapor que no debemos respirar por tóxico. Si lo calentamos con un mechero aceleramos la reacción.
Más tarde añadimos el aceite y reaccionará con el metóxido de sodio provocando que el aceite se divida en glicéridos y en ácidos grasos. Estos ácidos se mezclan con el metanol y veremos como en la parte de arriba se convierten en el biocombustibles y en la de abajo se acumulan las partes más densas que pueden ser más tarde aprovechadas como jabón de glicerina. Esperamos unas horas para que se decante. Por último podemos medir el ph de nuestro biocombustible con un papel tornasol. Si todo ha ido bien deber ser neutro (ph 7).
La conclusión es clara. Hay que reciclar el aceite usado para freír y convertirlo en biocombustible. Esto produce una gran ventaja medioambiental y otra económica. Vamos que ahorramos y protegemos el medioambiente.