Disfrutamos de uno de los últimos actos de nuestro homenaje a Miguel Hernández en el centro, la comida herm/nandiana hubo también de terminar, tierno drama. Después del trabajo y el sudor, nos deleitaron Dani y David con su buen hacer y Carmen con su verbo, «después de haber degustado y saboreado las poesías y todos los actos de homenaje, comida y bebida incluidas, al poeta español de la coherencia, dejemos de ser el yo de diariamente y seamos otros locos mejores y diferentes», y no perdamos las alas de la risa añado con su permiso.
Comida Her(m/n)andiana
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