En estos días hemos despedido a buenos compañeros por razones varias: algunos alcanzan con júbilo el final de su vida laboral y otros cambian de destino. Entre estos últimos se encuentra Mª. José Aguilera. Aunque yo a Mª. José la conocí como alumna, en estos dos últimos años he tenido la oportunidad de disfrutar de su compañerismo. Y el vídeo que nos ha dejado pone de manifiesto algo que hemos comprobado en muchas ocasiones durante este tiempo: no sólo es querida y respetada por sus compañeros, sino también por sus alumnos, a los que deja un cariñoso recuerdo.
Mª José, dije en la último reunión de departamento –y quiero repetirlo aquí- que representaste para nosotros una bocanada de aire fresco, una ventana abierta a una forma de concebir la enseñanza basada en el respeto a los alumnos y en una entrega total a nuestra profesión, quizá no suficientemente valorada por la sociedad. Tu contribución a un mejor funcionamiento del departamento, tus ideas renovadoras en la enseñanza de la lengua y, sobre todo, tu entusiasmo para trabajar y para implicarte en las actividades complementarias y extraescolares, han servido de estímulo a profesores, como yo, que llevamos muchos años en la enseñanza y que, a veces, perdemos un poco la ilusión con la que comenzamos. Gracias por todo esto y por tu amistad. Te deseo lo mejor en tu nuevo centro. Como dicen los canarios, que te vaya bonito.