Aunque hoy es portada en la prensa, entre otras noticias, el proyecto de digitalización del sistema educativo que ayer presentó el Presidente del Gobierno, que- me parece- sigue siendo, a pesar de la expectación que despertó, vago, impreciso y poco definido, por no calificarlo como efectista e improvisado, frente a la esperanza de un verdadero cambio que se vislumbraba en la última comparecencia de la exministra Cabrera también en el Congreso de los Diputados, no debería ocultarnos otras informaciones que aparecieron también ayer en La Vanguardia.
Más abajo, inserto el texto completo, pero quizás no deberíamos perder de vista las siguientes conclusiones del estudio del que informa la noticia:
«La experiencia demuestra que para avanzar en el uso de las TIC en los centros es más importante la formación de los profesores y la concreción de un proyecto de centro, que dar dinero y ordenadores»aseveró el director del Instituto de Técnicas Educativas de la CECE, Mariano del Castillo, para añadir que estas iniciativas «no deben hacerse de arriba (Gobierno y administraciones autonómicas) a abajo (centros), sino al contrario porque anula la rentabilidad de las inversiones».
«Es probable que el profesor sea uno de los pocos trabajadores con estudios universitarios que hoy día no dispone de un ordenador propio para trabajar», apostilló Del Castillo.
No comprendo cómo los asesores del Presidente del Gobierno no le han informado sobre algo tan evidente: digitalizar el sistema educativo no consiste en llenar de máquinas las aulas y transformar, con la colaboración y anuencia-y beneficio- de las empresas editoriales, los libros de texto en documentos electrónicos. Ese modelo- universalización de máquinas, servidores y conexión a Internet, aunque sin contenidos digitalizados- es el ensayado en Extremadura o Andalucía, y cualquiera que conozca la realidad- sin disimulos ni propaganda- de un centro tic sabe que adolece de múltiples inconvenientes y dificultades.
Los docentes no tienen formación suficiente para aplicar las TIC al aula, según un estudio
Madrid. (EUROPA PRESS).- Los docentes no tienen formación suficiente para aplicar
las nuevas tecnologías (TIC) en el aula y los centros escolares sólo disponen, de media, de un ordenador para cada cuatro profesores, según revela el informe ‘Tecnología Educativa 2008’, realizado por la Confederación Española de Centro de Enseñanza (CECE).Este estudio, para el que se han recogido datos de 1.200 centros de todo el territorio nacional (concertados, públicos y privados), concluye que los centros educativos españoles trabajan «a dos velocidades» en el uso de la tecnología aplicada a la enseñanza y señala la necesidad de llevar a cabo proyectos de centro en la implantación de la tecnología en la escuela. «La experiencia demuestra que para avanzar en el uso de las TIC en los centros es más importante la formación de los profesores y la concreción de un proyecto de centro, que dar dinero y ordenadores», aseveró el director del Instituto de Técnicas Educativas de la CECE, Mariano del Castillo, para añadir que estas iniciativas «no deben hacerse de arriba (Gobierno y administraciones autonómicas) a abajo (centros), sino al contrario porque anula la rentabilidad de las inversiones».
Casi el 40 por ciento de los centros escolares no cuenta con un presupuesto específico para TIC. No obstante, el 58 por ciento restante, a pesar de tenerlo, buena parte de su partida para este fin se sitúa por debajo de los 6.000 euros; otros, menos de 600, y sólo para pagar la conexión a Internet.
Este trabajo, llama la atención el «escaso número» de ordenadores a disposición de los docentes en su centro de trabajo, en contraposición con los que tienen a su disposición los alumnos, teniendo éstos casi el doble que sus profesores (7 equipos). «Es probable que el profesor sea uno de los pocos trabajadores con estudios universitarios que hoy día no dispone de un ordenador propio para trabajar», apostilló Del Castillo.
Los colegios públicos en Secundaria cuentan con una media de 119 ordenadores por
centro -50 en clases ordinarias, 45 en aulas de informática, 19 en despachos de
profesores, y seis para tareas administrativas- y disponen, además, de 2,5 aulas de
informática. Estos datos contrastan con los centros de Primaria públicos, en los que sólo hay 32 ordenadores por centro, es decir la cuarta parte -14 en aulas de informática, 12 en aulas ordinarias y tres en los despachos-.En el caso de los privados, tiene la mitad de ordenadores que los públicos de Secundaria (52), la gran mayoría de los cuales (31) se encuentran en aulas de informática. En las clases tiene menos que los públicos de Primaria y seis veces menos que en los institutos.
El estudio también se examina la disponibilidad de conexiones a Internet, además del material de apoyo en las aulas como los cañones y las pizarras digitales que sustituyen poco a poco a las tradicionales pizarras. Así, en muchos centros disponen de una o dos pizarras digitales instaladas en clases escogidas, «como si estuvieran calibrando sus posibilidades y aprendiendo a utilizarlas». Sin embargo, en otros colegios la pizarra «está aún embalada», puesto que se está esperando a la etapa vacacional para que el profesorado se «familiarice» con ella «con tranquilidad».
La conexión a Internet es, según los autores del estudio, «otro de los aspectos esenciales» para la implantación de las nuevas tecnologías en las escuelas. De hecho, la práctica totalidad de los centros están ‘conectados’ (99,6% de los encuestados). Sin embargo, no son tantos los que tienen instrucciones de uso de Internet (12,5%), ni siquiera restricciones a ciertas páginas Web o seguridad.
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