Hace un par de días que Matías, desde su blog, ha abierto en su clase una discusión sobre el velo islámico en las aulas. Mucho se ha escrito (y hablado) sobre la cuestión, pero me parece que no resulta impertinente trasladar aquí la opinión de un ensayista como Vicente Verdú, dotado, aunque no siempre de claridad expresiva (¿verdad, Antonio?), de gran lucidez:
El velo
Rehúyo instintivamente meterme en los asuntos que despiertan una voracidad opinativa desaforada y general pero el caso de aceptar o prohibir el velo ( el hyjab islámico) en las escuelas públicas, como en el actual conflicto de Pozuelo (Madrid) me impulsa a declarar que mi mundo no es de este reino. Toda la argumentación sobre la neutralidad de la escuela laica no es más que un fanatismo de la llamada neutralidad. La verdadera neutralidad sería la no intervención en los hábitos y creencias de cada uno. Choca que mientras los alumnos convivan entre sí cordialmente, más allá de las adscripciones religiosas particulares, venga la autoridad a señalar que todos somos iguales y, en consecuencia, sobran los signos de identidad. ¿Una escuela sin identidades? ¿Unos alumnos sin particularidad? Sólo la ofuscada idea de la Ilustración, cuantificando, normalizando, homogeneizando en aras de la razón puede llevar, en su colmo, a esta sinrazón. A este anacronismo de la negación de las diferencias y a esta represión de los sentimientos como un subproducto de la personalidad. ¿En qué tiempo estamos? ¿En qué apolillado cerebro se atora la autoridad oficial?
De recomendable lectura sobre la misma cuestión, me parece también el editorial (El ‘hiyab’ de la discordia) de El País.
Lo que se plantea en el instituto de Alarcón no es, en mi opnión, la neutralidad de la escuela laica, sino el respeto o no de unas reglas de funcionamiento que el propio centro se ha dado. Yo no tengo claro quién tiene la razón en este conflicto, porque me parece que tan respetable es el derecho a expresar la identidad religiosa de cada uno como el derecho a que se respeten unas normas que permiten la convivencia.
Pero, si siguiéramos el planteamiento de Vicente Verdú hasta sus últimas consecuencias, acabaríamos suprimiendo las normas y leyes que, precisamente, son las que garantizan el respeto a las diferencias.Y volveríamos, de esta manera, a un periodo anterior a la Ilustración, donde la ausencia de normas democráticas, impedía el ejercicio de cualquier derecho.
Salvando las distancias, como a Verdú, tampoco me atraen los asuntos de «voracidad opinativa desaforada», pero mi lectura del comentario de Verdú es distinta a la tuya, Matías. Sí, en el reglamento interno de funcionamiento del centro madrileño se habrá prohibido el uso de gorras, sombreros y todo tipo de prendas de vestir para cubrir la cabeza y la razón, probable, sea un acuerdo para establecer unas normas básicas de urbanidad y decoro que facilitan la convivencia. Por cierto, no llego a comprender que en el centro se aplique esa norma del vestido para prohibir el velo islámico sobre el cabello, que, evidentemente, no es sólo una prenda, sino un símbolo de identidad religiosa. También ha sorprendido a la Conferencia Episcopal esa lectura del reglamento interno del centro y se ha apresurado a defender, sin referirse explícitamente al caso, la libertad de manifestar en lugares públicos las creencias religiosas, invocando el artículo 16.1. de la Constitución española:
Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
Pero vuelvo a Verdú. Probablemente, muchos estemos de acuerdo en la pertinencia de esa disposición del centro en lo que se refiere a garantizar unas normas básicas de urbanidad (repito que otra cosa es el velo islámico). Lo que me parece que cuestiona Verdú en su breve artículo es que el argumento para prohibir el uso del hyjab sea la neutralidad, que debe sustentar la escuela laica. Este tipo de argumento, además, tiene sentido en escuelas, estados… de tradición y vocación laica históricas, como es el caso de Francia y no de España. Como Verdú, entiendo que la neutralidad de la escuela «laica» española debe manifestarse en el respeto a la individualidad (creencias, usos y costumbres). La autoridad no puede ni debe anular la individualidad, defiende Verdú. Y añado yo que el único límite a ese respeto a la diferencia, a la multiculturalidad ha de ser la dignidad de la persona, que, en este caso, parece asegurada, dada la voluntad (y combate) que ha manifestado la chica madrileña para portar en lugares públicos el cuestionado velo.
En esta cuetión no hay discusión ninguna,simplemente esa niña y todos los extranjeros deben adaptarse a las costumbres,tradiciones y normas de este país,ya que están aqui.Tu no puedes llegar a un país decir lo que te gusta y no te gusta y cambiar las normas(pero claro esto es España).A los musulmanes se les permite practicar su religión aquí,incluso se les construyen mezquitas subvencionadas por el gobierno, y para colmo se quitan los crucifijos de las aulas españolas porque a ellos les molestan, ahora quieren ir con el velo hasta a las escuelas.y yo que soy español y católico me tengo que aguantar.Cosas todas estas impensables si un europeo católico las hiciera en sus países,no te permiten ni lo mas mínimo.En fin,haber si aprendemos los españoles,igual que está haciendo el gobierno de Finlandia y otros países mas,si vienes y te quedas no te quejes y adaptate,pero nosotros no vamos a cambiar miles de años de tradiciones y costumbres por las tuyas para que tú estes agusto.
Espero que esto no siga así, porque de lo contrario,dentro de unos años a los musulmanes se les permitirá dentro de nuestro país,hasta golpear a sus mujeres,etc..como permite su religión
yo creo que cada uno debe vestir en funcion de su cultura si no que no se diga que a los andaluces nos gusta conocer otras culturas porque estariamos mintiendo.
Hola compañeros, me gustaría opinar como extranjera y como católica y creyente.
Mi madre, por cierto muy católica y viajera, decía; – «Donde fueres haz lo que vieres, siempre es la mejor manera de conocer e integrarte”- y si en España, se nos ha obligado a quitar los crucifijos o cualquier representación religiosa de las aulas y sólo están permitidos en centros educativos de órdenes religiosas
¿NO ENTIENDO LA DISCUSIÓN?
– Si quieres crucifijos vete a un centro que los tenga y permita, si quieres velo, vete a un centro que lo solicite y permita.
Pero claro, creo que el problema como siempre es económico, y si no tengo dinero para ir a un colegio “privado” que cumpla con las características que solicito, tanto educativas como religiosas, señores, ME AGUAAAATO o hago lo imposible por entrar, y no hago lo que hace la mayoría que es intentar cambiar años de tradición, que encima son ley y que los demás españoles y residentes en España debemos acatar.
Perdonadme pero estas cosas me ofuscan, yo en su momento no entendí que daño podía hacer un crucifijo en las aulas y respeté la resolución de quitarlos por estar en un estado laico y respetar la pluralidad de religiones existentes hoy en día en las aulas, pero por esa misma razón, respétame ahora tú que tienes otras creencias religiosas diferentes a las mismas.
Sólo decir que el problema está en ver que es un problema, respeta y serás respetado, deja hacer y te dejarán hacer.
Yo no lo veo como problema, sólo veo que es un problema según el grupo de presión que seamos y si somos políticamente correctos o no.