Miguel Calvillo- en la actualidad asesor del CEP– explica con claridad en esta presentación cómo trabajan en su centro durante la hora semanal de lectura, en la que se comprometen no sólo los profesores de Lengua castellana, sino todos los profesores del grupo. Parece que la estrategia que siguen, desde la simplicidad, obtiene muy rentables resultados.
Actualización 07-11-2009. Como veo que esta estrategia ha suscitado interés entre nuestros lectores, en mi comentario me refería a que se apoyaba básicamente en la presentación del profesor- y no sólo de Lengua castellana- como modelo, como ejemplo y aludía a un anuncio publicitario de una campaña de fomento de la lectura del Ministerio de Cultura que incidía sobre la misma idea. Inserto aquí ese vídeo, que, a veces, tarda en cargar:
Tengo mis dudas que con el único aliciente de que puedan escoger libremente la lectura, incluyendo el cómic, los alumnos, especialmente los más desmotivados, adquieran el placer de leer.
En mi opinión, el estímulo para leer debe ser mayor. Por ejemplo, resulta eficaz:
-La lectura en alto del profesor, que sabe darle la entonación adecuada, imitando las voces de los personajes, haciendo silencios, siempre necesarios…
-La lectura en alto de los propios alumnos, que se acostumbran a hacer las pausas adecuadas, según los signos de puntación, las cuales les facilitan comprender lo que van leyendo…
-El comentario en alto de las palabras cuyos significado ignoran.
-Etc.
La lectura silenciosa, en mi opinión, ha de ser una actividad más a realizar, durante la hora. Insisto, estoy pensando, sobre todo, en los alumnos que no tienen el más más mínimo interés por leer.
Entiendo, Matías, que defiendas el papel del profesor- como lector experto, como animador, como intérprete del texto…- en la lectura con los alumnos, pero lo que me parece interesante es que se consiga ese espíritu casi monacal con un procedimiento tan simple: una hora de lectura en silencio que va rotando semanalmente. Evidentemente, debe existir un compromiso real de todo el claustro- en este caso, no monástico- de profesores para participar en la idea del fomento de la lectura. Y no olvides que en esta propuesta el papel del profesor es el de dar ejemplo. Como en un reciente anuncio de televisión, «ellos leen, si tú lees».
Vamos, Matías, con tu valentía y el espíritu de buscar nuevos modos, ¿te atreves a proponerlo al equipo educativo de los profesores del PCPI?
Hay una tabla que se contradice con una de las sugerencias del alumnado.
Se trata de la tabla «ambiente en clase en la hora de lectura», ya que nos informa de que el ambiente es bueno y luego en las sugerencias del alumnado, hay 10 alumnos que nos sugiere más «silencio» en la clase. Entonces, ¿no será tan bueno el ambiente en la clase de lectura? Digo yo…
Comparto todas sus opiniones. Pero he de decir, y lo digo por experiencia propia, que las declamaciones de Matías (se me viene a la cabeza La Canción del Pirata) en clase son una experiencia inigualable. Hacía que te estremecieses, que amases la lectura aún más si cabe, que tu amor por la Literatura se hiciese más y más grande.
En fin. Creo que sería un muy buen comienzo las lecturas colectivas, en voz del profesor, pero siempre con un espíritu de engrandecer la voz del autor, acompañándola con una buena entonación y gestos y no una mera lectura en voz alta. Seguro que haría que los alumnos se interesasen por la lectura, algo que tanto hace falta en las generaciones venideras.
Un Saludo.
Eduardo Gañán Moreno
Ex-alumno
En fin, a pesar de mis dudas basadas en la experiencia de bastantes años,no tengo ningún incoveniente en proponer la iniciativa al equipo educativo del PCPI.Para nosotros los profesores no habría nada más cómodo ni placentero que una hora en silencio leyendo.