A CONCHI LARA: COMPAÑERA Y AMIGA.
Querida Conchi, cuando nos dijiste, hace muy poco tiempo, que este año pensabas jubilarte nos quedamos frías ( Chon y yo), sin palabras, no lo esperábamos. ¿Cómo que te vas? No puedes, tenemos aún que hacer muchas cosas juntas.
Desde ese momento, hemos tenido la esperanza de que ocurriera algo que pudiera impedirlo, pero no ha sido asi, nada ha ocurrido, nada te ha hecho cambiar de opinión, lo que para alguien que te conoce no es de extrañar,…. y el momento ha llegado.
Y aquí me tienes dirigiéndome a ti en tu despedida del Centro.
¡Qué difícil ha sido preparar este tema!
La Física cuántica con su teoría de la relatividad, su principio de incertidumbre de Heisemberg o su ecuación de onda de Schrodinger se quedan cortos y resultan fáciles en comparación con lo que me gustaría transmitirte. Este tema no se puede resumir, no se puede concentrar en tan poco espacio ni tiempo, no hay palabras suficientes para expresar todo lo que representas para mí y para todos los que te conocemos a fondo y compartimos esta noche contigo.
Si hubiera que buscar una palabra que te definiera, sin duda esa palabra sería ¡¡¡ ENTUSIASMO !!!, Entusiasmo, porque se lo pones a todo lo que haces y se lo contagias a todos los que te rodean.
Conozco a Conchi desde 2001, seguramente algunos de vosotros de mucho antes, Cuando llegue al “Gran Capitán” encontré un Departamento de Física y Química formado por tres fenómenos: José Manuel Ramírez, María Ropero y Conchi Lara, desde el primer momento me di cuenta de que este era un gran Departamento, todos trabajaban en la misma onda, sintonizaban la misma frecuencia….. era un autentico equipo de profesionales y a la cabeza del mismo estabas TU, CONCHI LARA con mayúsculas.
Durante todos estos años, que al menos para mí han pasado tan rápido, hemos compartido muy buenos momentos y hemos superado algunas dificultades, pero sobre todo hemos aprendido mucho a tu lado, tanto a nivel profesional como personal, en una balanza absolutamente equilibrada y que tan difícil es de conseguir.
Has sido (y me consta que seguirás siendo) una luchadora y defensora de la cultura científica, como nunca he conocido a nadie, has dejado una huella muy profunda en nuestra comunidad educativa y sobre todo en nuestras vidas. Ha sido para nosotros y para todos tus alumnos un privilegio y un lujo haber recorrido contigo esta parte del camino. Has puesto el listón tan alto que seguramente las que nos quedamos aquí no podamos superarlo.
Has dedicado tanto tiempo y esfuerzo a la enseñanza y divulgación de la Ciencia, siempre bajo el lema:
¿Se puede aprender jugando? Sí…pero conociendo las reglas del juego.
¿Cómo nos vamos a olvidar de las famosas magdalenas? Esas que servían para que los alumnos aprendieran a contar partículas y a entender esa cosa tan difícil llamada moles, este tipo de ocurrencias solo podían salir de tu mente creativa y activa y al mismo tiempo al degustarlas podíamos comprobar tus grandes dotes culinarias. Siempre permanecerá en el departamento el olor de esas ricas magdalenas, y del pan recién hecho.
A partir de ahora nos tendremos que acostumbrar a ver el Centro sin Conchi, aunque la estemos viendo en cada uno de los rincones: en las escaleras al mirar las figuras anamórfícas, en las paredes al contemplar la tabla periódica gigante, en los pósters del Paseo por la Ciencia, en los laboratorios con los alumnos, en fin en todos los lugares estará ella, se marcha….. pero se queda, porque ha dejado parte de su vida entre nosotros y porque le ha abierto el camino, la curiosidad y la mente a muchos de los alumnos que han pasado por sus clases.
De los que estamos aquí seguramente soy yo la que más notará tu ausencia, conectamos desde el principio (hubo química), por la cercanía he podido conocer a la profesora, pero sobre todo a la persona: generosa en sus conocimientos, compresiva y respetuosa, no le gusta imponer solo proponer, sabe escuchar, siempre pendiente de ver lo que necesitas, de entender lo que te pasa, de darte ánimos y cariño en los momentos bajos, jamás se vanagloria de lo que hace, con una calidad humana y una entrega para con los demás infinita, una de esas personas que dejan un recuerdo imborrable en el corazón.
Por todo eso …..GRACIAS.
CHON: Como sabéis yo llegué al instituto hace sólo tres años y justo ahora es cuando me da más pena que se vaya Conchi…porque ella es una persona que gana espacio en tu corazón con la cercanía y con el tiempo. En mis primeras impresiones observé a una persona muy segura de lo que hacía, tenía las ideas muy claras en lo referente al aprendizaje de los alumnos y a la importancia de la experimentación… pero esa actitud y firmeza iba mucho más allá . Es una persona apasionada y de mucha acción, fiel a sus principios y a sus amigos… siguiendo sus directrices, nunca tiene pereza, jamás se rinde. No le importa quedarse en el instituto el tiempo que haga falta, repetir un experimento, una receta de cocina o un documento al ordenador , hasta que obtenga el resultado, ir cada año al Paseo por la Ciencia aunque llueva o haga frio, aunque haya que estar de pie ocho horas ..jamás se queja….al mismo tiempo los que la conocemos un poquito más sabemos que es nerviosa y sensible, que muchas veces es vulnerable pero esa humanidad mezclada con el tesón hacen la mezcla irrepetible y original que representa ella para todos nosotros. Se nos va una referencia…yo creo que para todo el instituto.
……
Conchi: te deseamos lo mejor en tu nueva empresa de Clases Pasivas, aunque lo de pasiva no vaya contigo, seguro que seguirás divulgando Ciencia activamente y conseguirás poner en marcha tu proyecto del Aula de Ciencias y algunos/as lo disfrutaremos lo mismo que tuvimos la suerte de compartir contigo el trabajo en el Departamento de Física y Química. Sabes que cuentas con nuestro apoyo, admiración y cariño.
Tus compañeros/as y sobre todo amigos/as
Chon Guzmán
José Manuel Ramírez
María Ropero
Conchi Pérez-Parra