Buenas tardes, amigas y amigos:
Mi intervención será muy breve, pues es una pincelada más en el homenaje a nuestra querida compañera Paqui. Y es una pincelada conjunta del Departamento de Lengua castellana y Literatura, al que represento.
Un departamento al que Paqui Rodríguez ha pertenecido, aunque de manera clandestina, como sabéis, pues oficialmente formaba parte del de Francés. Desde la clandestinidad, gracias a la cual te hemos disfrutado estos años, trazo estas líneas:
Paqui: has sido nuestro “resplandor azul constante”, como te definió Paco Jurado, nuestro compañero-poeta. Un resplandor que, junto con tu serenidad humana y tu confiada sonrisa, jamás se ha nublado, a pesar de las adversas circunstancias vividas. El recuerdo de ese brillo nos servirá de referencia en las futuras reuniones semanales.
Hablar de tu valor profesional sería el motivo de otro cuadro, no de una pincelada de homenaje. Por eso, quiero tomarle prestado a d. Miguel de Unamuno el título de una de sus nivolas: AMOR Y PEDAGOGÍA. Amor y pedagogía es lo que has derrochado en las aulas. Lo hemos visto en el último tramo, pero es lo que has hecho durante toda tu carrera docente.
Has sabido conjugar, con maestría, la crudeza de la pedagogía lingüística con ese cariño, casi maternal, tan necesario para moldear a unos díscolos adolescentes, tratando de convertirlos en mejores personas, que es de lo que se trata, al fin y al cabo.
Has sido una gran pedagoga, Paqui, desde tu “metro y medio”, como sueles decir. Y es que para ser grande, en la profesión y en la vida, como lo eres tú, la estatura es lo de menos. Para trazar esta última pincelada humana, me sirvo de unos versos de Juan Ruiz, arcipreste de Hita, cuando entre otras lindezas, en su Libro de Buen Amor, elogió a mujeres como tú:
“Quiero abreviar, SEÑORAS Y SEÑORES, esta predicación
porque siempre gusté de pequeño sermón
y de mujer pequeña y de breve razón,
pues lo poco y bien dicho queda en el corazón. (…)
Como rubí pequeño tiene mucha bondad,
color, virtud y precio, nobleza y claridad,
así, PAQUI RODRÍGUEZ tiene mucha beldad,
hermosura y donaire, amor y lealtad”. (…)
Carmen Jurado Gómez
Jueves, diecisiete de diciembre de dos mil quince